lunes, 26 de agosto de 2013

El Neoliberalismo ha muerto. Capítulo I – Drogadictos Anónimos

Originalmente publicado en El Clarín

El Neoliberalismo, modelo amado por algunos y odiados por otros, ha muerto. Es un muerto conectado a máquinas que dan la apariencia de vida pero que no cambian en nada la realidad. Es verdad que seguimos viendo sus movimientos, pero estos se asemejan más bien a espasmos post mortem. Declarar la muerte del neoliberalismo no es algo antojadizo y en esta serie de artículos se intentará presentar los diferentes factores que tienen el mundo al borde del colapso global que hará evidente, aunque demasiado tarde, la situación a ojos de todos.
La mayoría de los analistas enfocan su atención en Europa, pero la crisis que atraviesa el viejo continente no es nada en comparación a la situación de Estados Unidos, primera economía mundial y líder del planeta. La deuda norteamericana supera la de todos los países de la Unión Europea combinados. Deuda que aumenta todos los días, y que ya ha superado el 100% del PIB como se puede observar en la página usdebtclock.org, pero que no es tomada seriamente por los analistas y los grandes diarios financieros alrededor del mundo.

Los economistas e inversionistas actúan como drogadictos que han perdido todo sentido de la realidad. Mientras que las cifras de la economía norteamericana siguen empeorando, las bolsas siguen el camino opuesto. Aunque algunas personas puedan dudar del nivel de deterioro de la primera economía mundial lo que nadie puede negar es que está lejos de estar en buenas condiciones, lo que debería reflejar los records históricos en los que se encuentra el Índice Dow Jones de Wall Street.

¿Pero cuál es esa droga que logra tales efectos en las bolsas? Se trata del programa de la Reserva Federal (FED), el Banco Central de Estados Unidos, llamado QE3 y que consiste en una inyección de 85.000 millones de dólares cada mes en los mercados. Una dosis capaz de dejar adicto a cualquier institución financiera del mundo. Es por eso que Wall Street ha mantenido un movimiento alcista este año en una danza mortal que sigue el ritmo de las inyecciones de dinero de la FED. Con la inyección de 1 millón de millones de dólares al año, la FED solo ha logrado crear 160.000 millones de dólares para el PIB norteamericano, un rendimiento por lo menos paupérrimo. Todo esto sin tomar en cuenta que las cifras entregadas oficialmente siempre son rebajadas algunos meses después. Por ejemplo en el primer trimestre se había hablado de un crecimiento de 2,8% del PIB pero esa cifra fue rectificada a 1,1%. Al parecer el efecto de la droga llamada QE3 impide que los inversionistas tomen esas cifras en cuenta. La situación es aún más grave ya que en realidad al saber que las cifras son malas, tienen la seguridad de que la FED se verá obligada a seguir con ese programa.

Veamos algunos de los datos que deberían preocupar a los economistas, esos mismos que no fueron capaces de prever la crisis del 2008 ni ninguna anterior. Hay 47 millones de norteamericanos que necesitan cupones para comprar comida. Eso significa que hay por lo menos un 15% que necesitan ayuda del Estado para poder alimentarse. Sin embargo la cesantía oficial es de 7,4%. Algo no cuadra en esas cifras y eso se debe a que las cifras de desempleo no reflejan la realidad laboral norteamericana.

Cuando vemos más en detalle las cifras del empleo en Estados Unidos nos damos cuenta del empeoramiento de la económica real. De los empleos que ha creado Estados Unidos en julio, 77% son de tiempo parcial. Además las personas que llevan demasiado tiempo siendo cesantes son borradas de las listas de desempleo porque se considera que no buscan trabajo. Mientras se contratan a 51700 barman, hay 7000 despidos en empresas manufactureras. Otro ejemplo de la mala calidad de los trabajos es la huelga de los empleados de las cadenas de comida rápida como McDonald's, Burger King o KFC que exigen subir el pago de 7,25 dólares por hora a 15 dólares por hora, ya que con el salario actual no son capaces de costear necesidades básicas como alimentación y transporte. Eso refleja la tendencia al empeoramiento del mundo laboral norteamericano con una disminución de la cantidad de contratos indefinidos y buenos salarios y un aumento de trabajos inestables y mal remunerados.

Otro síntoma claro de la real situación económica de Estados Unidos es el caso de la quiebra de Detroit. Algunos podrán decir que se trata de un caso extremo. Una ciudad que ha visto su población dividida por 3 durante los últimos 40 años y donde la mitad de la población no puede pagar sus impuestos a la renta porque están cesantes o porque son demasiados pobres para pagar sus créditos. Pero la deuda per cápita es más alta en ciudades como Cleveland o Chicago. Recordemos que Chicago cerró este año 49 colegios para ahorrar dinero, en gastos de mantenimiento de infraestructuras y salarios a los docentes, pues la ciudad tiene una deuda de 1000 millones de dólares en el distrito escolar. Incluso el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, declaró el miércoles 7 de agosto de 2013 que si el futuro alcalde no logra controlar en el corto plazo los gastos provisionales y sociales, la Ciudad Que Nunca Duerme tendrá que declararse en bancarrota.

En los últimos días el Dow Jones ha disminuido debido al miedo que la FED reduzca su inyección mensual. Lo que solo debería realizarse en caso que las cifras de crecimiento y desempleo demuestren la mejor salud de la economía norteamericana, lo que debería alegrar los inversionistas y no atemorizarlos. Pero los drogadictos de Wall Street saben muy bien lo que significaría el fin o la disminución del QE3, la muerte instantánea de la economía norteamericana. La FED es el único comprador de bonos americanos, lo que significa que al parar el QE, las tasas de interés se dispararán. Con el nivel de deuda del país, Estados Unidos sería incapaz de pagar ni siquiera los intereses de la deuda.

Teóricamente el movimiento de las bolsas refleja los movimientos de la economía real. Al estar acostumbrado a observar los movimientos de las bolsas para conocer el estado de salud de la economía, la mayoría de los economistas dicen con seguridad que lo peor ya ha pasado. Pero es el perro que mueve la cola y no la cola que mueve al perro. Es decir que cuando la economía crece también lo hacen los mercados, pero los niveles históricos del Dow Jones no significan que la economía norteamericana se encuentre saludable.

Las élites políticas no han sabido responder frente a la magnitud de la crisis que tenían al frente de ellos en 2008 y han decidido seguir huyendo hacia delante esperando un milagro. Al igual que el Coyote persiguiendo al Correcaminos nos vamos a dar cuenta, demasiado tarde, que estábamos corriendo sin suelo bajo nuestros pies. La caída será dolorosa visto el abismo que tenemos debajo de nuestros pies.

Para concluir sobre esa desincronización entre economía real y economía financiera, es interesante considerar un dato. La bolsa norteamericana representa actualmente 150% del PIB norteamericano. Ese fenómeno ha ocurrido tres veces, en 1929, en 2000 y en 2007. La situación empieza a clarificarse, el colapso es inminente. Estados Unidos ya no es ese país capaz de cumplir la función de sostenedor de la economía mundial al ser el gran consumidor del planeta que fomenta la producción del resto del mundo. Si a esto le sumamos lo débil que se encuentra la economía mundial después de la crisis del 2008 y los problemas que están atravesando los otros motores de la economía mundial, Europa, Japón y China, que analizaremos en los futuros artículos de esta serie, debemos esperar una crisis que probablemente solo se podrá comparar con la Gran Depresión de 1929.

lunes, 28 de enero de 2013

Mali, ¿una nueva guerra colonial?



Originalmente publicado en El Clarín.



Este viernes 11 de enero de 2013, Francia inicio su intervención en Mali para luchar contra los terroristas que están actualmente ocupando el norte del país. Las autoridades francesas han presentado esta guerra como una guerra contra el terrorismo en ayuda al pueblo de Mali y han recibido el apoyo unánime del Consejo de Seguridad de la ONU. Una vez más nos vemos enfrenados a una supuesta “Guerra Humanitaria” pero no olvidemos que, como muy bien decía Henry Kissinger,  “las grandes potencias no tienen principios, solamente intereses”. Los grandes medias se han mantenido callado a la hora de explicar los intereses que llevan a Francia en un nuevo conflicto en África.

El primer elemento a tomar en cuenta es saber quiénes son esos grupos terroristas que están luchando en el norte de Mali. Después de la derrota de Kadafi en Libia, los tuaregs del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) volvieron fuertemente armados a Mali en enero de 2012 y vencieron al ejército de Mali declarando unilateralmente la región de Azawad como independiente, un objetivo buscado por algunos grupos tuaregs desde los ’90 basado en sus diferencias étnicas con los malíes. Pero rápidamente el MNLA vio sus intereses puestos en peligro por la aparición de tres grupos armados de perfil islámico. Primero el grupo fundamentalista islámico Ansar Dine, grupo malí formado por uno de los líderes del movimiento armado tuareg a principio de los ’90, Iyad Ag Ghaly.  Otro de esos grupos es el Movimiento por la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUJAO por sus siglas en francés). El último de esos grupos es Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI) que proviene del Grupo Islámico Armado (GIA) de origen argelino. Uno de los hechos que la prensa no entrega al momento de hablar de esos grupos es que algunos fueron financiados, entrenados y armados por las fuerzas especiales qataríes durante el conflicto en Libia. Es decir que los grupos cercanos a Al Qaeda que fueron aliados de la OTAN en contra de Kadafi, y aliados hasta el día de hoy en Siria, son los enemigos de Occidente en Mali. Una vez mas ser “buenos” o “malos” terroristas depende de si luchan a favor o en contra de los intereses occidentales.

La población tuareg, de 1,5 millones de personas, es minoritaria en el norte de Mali, ya que solo hay 500 000 tuaregs frente a 6 millones de malíes, lo que podría dar cierta razón al discurso de Hollande en el cual dice querer defender la mayoría de los civiles malíes. Sin embargo es mucho más dudoso otro punto de ese discurso en el cual el presidente francés dice que Francia no está protegiendo ningún interés económico en el país africano.

Primero debemos recordar la relación de Francia con África, no solamente durante el colonialismo sino sobre todo en el periodo poscolonial donde Francia intervino unas sesenta veces para mantener sus intereses en el continente. Un caso ejemplificador de la posición “pro-democrática” de Francia fue el apoyo al gobierno hutu, con armamento, durante el genocidio de los tutsi en Ruanda. En el caso particular de Mali tenemos el precedente del apoyo de Francia a la dictadura de Moussa Traore que estuvo 13 años en el poder, hasta 1991, después de derrocar el presidente Modibo Keita, un presidente que no solamente buscaba crear una alianza panafricana sino que quería usar el dinero obtenido de las materias primas a favor del pueblo malí y que murió en la cárcel por tener tales deseos. Posición bastante extraña de los “amigos de Mali”. Además después del Golpe de Estado en Mali en marzo de 2012 liderado por Sanogo, 5 meses antes de las elecciones presidenciales en las cuales no iba a participar el Presidente de la época Amadou Toumani Touré, Occidente decidió realizar un embargo financiero y de armamento a Mali, lo que complico aun más la capacidad de lucha contra los grupos armados en el norte del país.

Pero es aun más importante ver cuales son los intereses económicos de Francia en Mali para entender cuales son los verdaderos objetivos que llevan al país galo a “ayudar” a los malíes. El primer dato a tomar en cuenta es las grandes producciones de oro del país, que lo sitúa como tercer productor de oro en África. Producción muy importante cuando vemos el rol central que está retomando el oro en la crisis económica actual, donde países como Alemania están empezando a repatriar sus reservas de oro. Pero sin duda es aun más importante el descubrimiento de depósitos de uranio en Mali. Con ambos datos empezamos a entender cuales son los intereses económicos que busca Francia y peor aún, sabemos cuales serán las condiciones de vida que esperan las poblaciones locales.

En el caso de la explotación de oro tenemos el caso de la empresa francesa Bouygues, a través de su filial en Mali SOMADEX, en la mina de Morila. En esa mina los trabajadores extraían el metal precioso con arsénico y cianuro, pero sin ninguna medida de protección. Los mineros no tenían ningún tipo de protección laboral lo que los transformaban prácticamente en esclavos, razón por la cual realizaron una huelga en 2006. Además los desechos contaminaban las napas freáticas de la región causando la muerte de numerosos habitantes.

En el caso de la explotación de uranio tenemos la empresa francés Areva, líder mundial de la producción de energía nuclear. Esa empresa ya ha extraído más de 100 000 toneladas de uranio en el Níger desde 1968 y ha sido una fuente de contaminación en el país. Tenemos el caso de la ciudad de Akokan en donde se encontraron niveles de radiación 500 veces superiores a la normal. También podemos considerar el hecho que el hospital de los trabajadores de Areva, extrañamente, nunca ha detectado casos de cáncer por razones laborales. Pero lo que demuestra con total claridad el “interés” de la empresa en participar al desarrollo de Níger fue su posición frente a un proyecto del Banco Mundial para luchar contra el hambre en ese país. El proyecto que buscaba desarrollar la irrigación para fortalecer la producción de arroz tenía un costo de 52 millones de dólares. El gobierno de Níger le pidió a Areva 10 millones de dólares para financiar el proyecto. La respuesta de la empresa fue que los problemas del Níger no eran los problemas de Areva. Cuando consideramos que el Níger es el país más pobre de África y el penúltimo país del mundo según el Índice de Desarrollo Humano, un país con una esperanza de vida de 49 años, pero que sin embargo es el tercer productor mundial de uranio entendemos cual es la posición de las empresas francesas en África. Una posición que nos hace dudar de que Francia sea “amiga de Mali”.

Todo hace pensar que Francia actúa en Mali bajo la lógica neocolonial buscando extraer a bajos precios, como siempre lo ha hecho, las materias primas del país. Ese interés podría verse beneficiado por la presencia de los grupos terroristas islámicos en la región, financiado en gran parte por Qatar un país aliado de Francia que tiene cada vez más influencia en el país galo como lo demuestra la compra de uno de los clubes de futbol más importante de ese país, el Paris Saint-Germain. Ya pudimos ver sus actos en Argelia con la toma de rehenes en una planta de British Petroleum, rival de la empresa francesa Total , pero es muy probable que esos grupos empiecen a actuar en otros países vecinos. El aumento de la inestabilidad en la región, y la intervención militar francesa, podría favorecer la empresa petrolera francesa Total que tiene una fuerte presencia en África y que ha llamado el Sahel, y sobre todo la cuenca de Taudeni situada entre el Mali, Argelia y Mauritania, el “nuevo Eldorado”.

La historia de colonialismo y neocolonialismo de Francia en África es larga y llena de sangre, de la cual la derecha pero también la izquierda han sido los artífices. Debemos recordar el caso ejemplificador del gobierno del socialista Vincent Auriol que condeno a más de un año de prisión, en una cárcel militar, al director de cine René Vautier, condecorado por su trabajo en la Résistance durante la Segunda Guerra Mundial cuando todavía era un adolecente, por la realización en 1950 del documental “Afrique 50”(prohibido en Francia durante más de 40 años) en el cual mostraba la explotación de los africanos en vez de mostrar las “bondades” del sistema educativo colonial.

El presidente Socialista Hollande parece seguir esa tradición francesa al enviar sus tropas al Mali a pesar de la oposición de algunos líderes malíes altermundialistas, como la feminista Aminata Traore que había anunciado hace varios meses la situación, o de presidentes como Dilma Rousseff o del egipicio Mohamed Musri y a pesar de saber que este conflicto es una consecuencia directa de la intervención de Sarkozy en Libia y de la financiación de los grupos terroristas islámicos por su aliado Qatar. Francia parece estar realizando una política militar que busca mantener y fortalecer sus posiciones en  África, sobre todo en los países francófonos, lo que se conoce también como Françafrique. Objetivo que apoya Estados Unidos al ver en esa política una posibilidad de alejar China, y sus empresas, del continente africano. África nuevamente ve como la sangre de sus habitantes es derramada por los intereses geopolíticos de las grandes potencias mundiales.

lunes, 14 de enero de 2013

Irán, ¿Una guerra inevitable?


Originalmente publicado en El Clarín

Hace ya varios años que vemos cotidianamente el Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, amenazar Irán con una guerra si el país persa no renuncia a su programa nuclear. El Presidente Barack Obama por su lado considera que aunque Estados Unidos prefiere una solución diplomática no descarta una intervención militar. Las sanciones económicas a Irán, los diferentes ataques cibernéticos, particularmente a las centrales nucleares con el virus Stuxnet, los drones interceptados por el ejército iraní y la cantidad de tropas norteamericanas en la región demuestran que un ataque al país persa es mucho más que una posibilidad remota.

La caída de Irán aseguraría la hegemonía mundial norteamericana por varios años más al darle el control total de las reservas de petróleo y gas de Oriente Medio, lo que le permitiría a Estados Unidos controlar los países que necesitan comprar energía. Las intervenciones directas e indirectas de Estados Unidos en países como Afganistán, Irak, Libia, Yemen, Pakistán o Siria, entre otros, siguen un programa que tiene a Irán como último objetivo para lograr asentar el poderío americano y frenar el crecimiento de Rusia y China.

Mucho son los que creen que la presencia de Obama impedirá una confrontación con Irán. Pero debemos entender que cualquier Presidente defiende los intereses de su país, mismo si debe realizar acciones que van en contra de la ética y la moral, y en este caso eso significa mantener la hegemonía norteamericana en el mundo. Lo que realmente representa Obama es el debate que tiene lugar en el seno de la elite norteamericana, el cual no consiste en decidir si se realiza o no una guerra contra Irán sino en cómo y cuándo será llevada a cabo.

Algunos grupos, principalmente la llamada “ala dura” de los republicanos, prefieren un conflicto directo donde se pueda usar ventajosamente la superioridad militar norteamericana, estrategia utilizada durante el gobierno de Bush, siguiendo los planteamientos de personas como Henry Kissinger. Pero existen otros grupos que prefieren una guerra indirecta basada en ataques diplomáticos, económicos, satelitales, cibernéticos, de grupos armados externos (siguiendo la estrategia utilizada en Libia y en Siria) o de drones para evitar el envío de tropas y una invasión que sería demasiado costosa para la débil economía norteamericana y que significaría bajas entre las tropas norteamericanas que podrían crear un gran descontento en una población cansada después de ver el fracaso de la intervención en Afganistán y en Irak. Esa estrategia es propuesta por el mentor de Obama, desde su época en Harvard, y autor de “El gran tablero mundial”, Zbigniew Brzezinski.

El actual Primer Ministro de Israel Benjamin Netanyahu apoya la idea de un conflicto militar directo, a pesar de las advertencias del servicio secreto israelí Mossad que considera demasiado arriesgado para el pueblo israelí que sería inevitablemente afectado por este conflicto. Eso se debe a que una guerra con Irán, en el caso de que Estados Unidos apoye a Israel, es una guerra con Rusia y China que por sus intereses geopolíticos no pueden permitir la caída de la antigua Persia. Por lo tanto debemos entender que un ataque militar a Irán llevaría rápidamente el mundo a una Tercera Guerra Mundial. Las elecciones en Israel en enero serán cruciales para saber si ese país mantiene la agresividad de Netanyahu, y del partido Likud, o si llegan al poder grupos más moderados.

Lamentablemente la débil situación económica norteamericana podría llevar a Obama a decidir el uso de su última carta, su poderío militar, para imponer el proyecto de un mundo unipolar liderado por Estados Unidos e impedir la posibilidad, cada vez más alta, de la aparición de un mundo ya no bipolar como en la Guerra Fría sino multipolar, en el cual Estados Unidos se vería obligado a compartir el Poder con la Unión Europa, Japón, pero sobre todo con los países emergentes liderados por los BRICS (Brasil, Rusia, China, India y Sudáfrica).

Pareciera sin embargo que Obama ya ha decidido tomar el camino de la guerra indirecta, siguiendo el modelo de Brzezinski. La primera señal fue el despido del ala más dura de la Casa Blanca, como el director de la CIA David Petraeus, disfrazado bajo la excusa de un escándalo sexual, o la purga que siguió con la caída del Comandante Supremo de la OTAN, el almirante Stravidis, y los generales Allen, Ward y Ham entre otros. Sigue esa tendencia la designación, bien vista por el gobierno ruso, de John Kerry como Secretario de Estado, en reemplazo de Hillary Clinton, quien expreso en el pasado su admiración por el líder sirio Bashar Al-Assad. La designación de Chuck Hagel como Secretario de Defensa también va en esa dirección ya que el ex senador republicano se opuso a la invasión de Irak y pretende disminuir los gastos del Pentágono y limitar el inicio de nuevas guerras que involucren directamente a Estados Unidos.

Esos cambios podrían significar un cambio en la política norteamericana en Oriente Medio. El desarrollo del conflicto en Siria en los próximos meses mostrara si Obama ha decidido realmente cambiar de estrategia en su segundo mandato. Muchas personas creen honestamente en los discursos de sus líderes pero no se preguntan porque las matanzas en Bahréin o las masacres de musulmanes en manos de budistas en Myanmar no han sido condenadas. Lamentablemente la política internacional no tiene que ver con la moral ni la búsqueda del bien sino con conflictos de poder, para imponer los intereses propios de cada país, donde “el fin justifica los medios”.

Una posición menos agresiva de Estados Unidos podría abrir la posibilidad de que se lleve a cabo el acuerdo del 30 de junio de 2012 en Ginebra que propone el envío de cascos azules, bajo mandato de la ONU, de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Siria. Este hecho sería clave ya que la OTSC es un pacto militar similar a la OTAN, pero cuyos miembros son Rusia, Bielorrusia, Armenia, Kazajstán, Kirguistán y Tayikistán, lo que podría significar la continuación de Assad en el poder en caso de ganar un plebiscito. La intervención de la OTSC demostraría una postura menos agresiva de Estados Unidos en Oriente Medio al compartir el control de la región con Rusia, país que tiene fuertes intereses geopolíticos en Siria al poseer ahí su única base naval en el Mediterráneo.

La grave situación económica mundial, que pareciera llevar el mundo hacia una nueva Gran Depresión y que cambiara seguramente el Orden Mundial, es suficientemente compleja para sumar además una nueva Guerra Mundial. Sin embargo la Historia nos ha demostrado en innumerables ocasiones el comportamiento irracional del hombre y de sus elites, por lo que esa posibilidad no puede ser descartada. El año 2013 será clave para ver la manera en la cual se resolverán los conflictos económicos y geopolíticos mayores, y podría marcar el inicio del fin del Imperio norteamericano.


viernes, 11 de enero de 2013

Irán, ¿Amenaza nuclear o doble estándar?


Originalmente publicada en El Clarín



Hace varios años que la comunidad internacional, principalmente Estados Unidos, Israel y sus aliados, acusan Irán de querer construir armas nucleares. Acusan además que esas armas tendrían como fin la destrucción de Israel. Esas afirmaciones que son repetidas por la gran mayoría de los medias no parecen basarse en ninguna evidencia sino en intereses geopolíticos. Irán puede ser acusado de muchas cosas, como el nivel de represión y de censura hacia la oposición, pero eso no justifica acusar ese país de representar una amenaza nuclear para la región y el mundo.

El primer elemento que debemos tomar en cuenta es el interés real de Irán en construir armas nucleares. Irán es uno de los países que ha firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear. Ese Tratado consiste, para los países que no poseen el arma nuclear, en la prohibición de construir armamento nuclear pero al mismo tiempo permite el uso civil de la energía nuclear, por ejemplo para generar energía o para usos médicos. Esos han sido, hasta ahora, los tipos de usos que Irán ha desarrollado en su programa nuclear. Es sabido que Irán tiene uranio enriquecido en un 20% pero no representa ninguna amenaza para el resto del mundo ya que un arma nuclear necesita uranio enriquecido en un 90%.

Al haber firmado el Tratado de No Proliferación Nuclear, Irán se ha comprometido a recibir la visita regular de agentes de la Organización Internacional de Energía Nuclear (OIEA) que se aseguran que las instalaciones nucleares no tienen un uso militar. En esas visitas, los controladores de la OIEA no han encontrado nunca una prueba que haga pensar que Irán está intentando desarrollar un arma nuclear. ¿Entonces como podemos explicar los informes que usan Obama y Netanyahu para demostrar los planes secretos iraníes? Eso se debe al cambio de director de la OIEA en 2009. El director actual, el japonés Yukiya Amano, ha permitido el uso de información de los servicios secretos. Este hecho es crucial ya que el director anterior y Premio Nobel de la Paz, el egipcio Mohamed el-Baradei, se negaba a usar información sin fuentes confirmadas. Esa negación se debía a que era justamente ese tipo de fuentes que habían justificado la invasión en Irak y que resultaron ser falsas.

Cada cierto tiempo aparece en los diarios que Irán se niega a que los controladores de la OIEA entren a bases militares acusadas de esconder el desarrollo de armas nucleares. Lo que olvidan decir esos medios es que existe el concepto de secreto militar, que prohíbe por ejemplo fotografiar bases militares. Irán considera por lo tanto que los controladores de la OIEA no tienen ningún derecho de entrar a sus bases, ya que la información que podrían extraer de sus visitas podría ser usada para el espionaje militar de otros países. Además, el otro elemento que no se menciona en esos medios es la dificultad de esconder una base secreta en la cual se desarrolle armas nucleares. Eso se debe a una razón bastante simple, la construcción de armas nucleares necesita una gran cantidad de energía, la cual puede ser detectada a través de algunos satélites que son capaces de detectar la irradiación generada por esos niveles de energía.

El segundo elemento que debemos considerar es si Irán puede o debe ser considerado una amenaza para Oriente Medio, Israel y el resto del mundo. Situémonos en una situación en la cual las acusaciones internacionales son reales e Irán posee un par de misiles nucleares. Como lo señalo el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en 2011, "Nosotros somos inteligentes y no vamos a construir dos bombas para enfrentarnos a las 20.000 que ustedes tienen", refiriéndose a Estados Unidos e Israel. Recordemos que Irán está rodeado por las fuerzas armadas norteamericanas con sus innumerables bases en países vecinos, como Afganistán, o con los buques de guerra norteamericanos, como la Quinta Flota instalada en Bahréin.

El argumento a menudo utilizado para tildar Irán de país agresivo es su supuesto antisemitismo. Hecho bastante paradójico si consideramos que en Irán se encuentra la colonia judía más grande de Oriente Medio, fuera de Israel, con cerca de 30 000 judíos que no solamente pueden practicar libremente su religión sino que incluso tienen representantes elegidos en el Parlamento iraní. Comunidad judía iraní que ha confirmado en numerosas ocasiones su apoyo al gobierno iraní. Lo que sí es cierto es que Ahmadinejad se opone fuertemente al gobierno israelí al cual considera despótico. Y es por eso que ha declarado en más de una ocasión que las posturas agresivas del sionismo llevaran a la caída de ese gobierno, de esa facción entre los judíos. Pero a pesar de lo que muchos creen estar en contra del sionismo, una visión particular del judaísmo y del rol del pueblo judío en el mundo y en la historia, no significa estar en contra de los judíos ni de los israelíes ya que incluso dentro de la comunidad judía existen grupos opuestos al sionismo.

Ahora consideremos cual es la posición de Israel, que en más de una ocasión ha anunciado sus planes de invadir Irán o por lo menos bombardear sus centrales nucleares con las trágicas consecuencias que significarían para el mundo, como ya ha quedado más que claro con los “accidentes controlados” de Chernóbil y Fukushima. Debemos recordar que a diferencia de Irán, Israel no busca tener armas nucleares sino que ya las posee, se estima que tendría por lo menos unos 400 misiles nucleares. Israel no solamente posee el arma nuclear sino que nunca ha querido firmar el Tratado de No Proliferación Nuclear por lo que se otorga el derecho de construir armamento nuclear y el derecho de usarlo sin restricciones. Israel posee además misiles balísticos intercontinentales, como los Jericó-3, por lo que podría atacar blancos a miles de kilómetros, por ejemplo Beijín. Gracias a Alemania, Israel ha comprado 7 submarinos de clase Dolphin, de los cuales 3 han sido regalados por Alemania, capaces de lanzar misiles nucleares. Israel ya posee 4 de esos 7 submarinos y está a la espera de que sean entregados los otros en los próximos años.

A pesar de que Irán no haya atacado otro país en más de 2000 años se le acusa de buscar la destrucción de Israel y de poner en peligro la paz mundial. Mientras tanto el mundo sigue confiando, a pesar de sus largas listas de conflictos armados, en países como Estados Unidos e Israel. Debemos entender que los argumentos utilizados en contra de Irán solo hacen parte de una propaganda que busca la caída de ese país ya que si realmente se inicia una guerra no será por esas razones. No porque vayan a tener armas nucleares, países como Israel, Pakistán o India la poseen y no son cuestionados. Tampoco por ser una teocracia, ya que Estados Unidos tiene muy buenas relaciones con países como Arabia Saudita. El gran pecado de Irán es mantener su independencia y soberanía, particularmente a nivel económico, en una zona clave de la geopolítica mundial. El control del petróleo y del gas de la región tiene dos aspectos claves para la defensa de la hegemonía de Estados Unidos. Primero les permite controlar el aprovisionamiento de sus rivales económicos, sobre todo el de China pero también de Europa o de India. Por otro lado asegura que las ventas de petróleo se realicen en dólares y no en otras monedas, como el yen, el yuan, el euro o el oro, lo que es esencial para mantener el rol del dólar como moneda de referencia a nivel mundial y proteger una economía norteamericana al borde del colapso.